El diseño de calzados para la temporada 2018/2019 se avecina (como ocurre muchas veces) en dos corrientes principales: minimalista y maximalista. Como se intuye, la primera se adentra en diseños que buscan la síntesis y la segunda van en pos de lograr lo complejo, sin perder el estilo y la elegancia contemporánea. En este último caso se utilizan más líneas, más variedad de materiales e incluso, se considera el agregado de accesorios para el calzado. Estas vertientes se aplican para todo el espectro del modelaje, tanto para modelos de calzados altos como bajos.
De todas formas, desde la temporada pasada se comenzó a priorizar la comodidad y el confort, aplicando diseños con estructuras más suaves y de menos volumen. Las chinelas, las sandalias y las ojotas van dejando ver más el pie, utilizando capelladas abiertas y simples. También se difundió muchísimo la utilización de suelas delgadas, especialmente de goma eva.
El estilo “sneaker” sigue creciendo: zapatillas clásicas con suelas con bandas o cuñas e incluso las que tienen un talante más bien deportivo también han sido muy pedidas por el mercado y el público en general. Se presentan diseños muy pensados, combinando materiales, diseños y distintos tipos de estampados. Incluso hemos visto el agregado de brillos (accesorios metálicos, piedras, perlas, bordados) como punta de lanza de un nuevo resurgimiento del estilo visto en décadas precedentes.
También se destaca el éxito de las panchas, tanto para damas como para caballeros, que han copado todos los nichos de mercado a lo largo y ancho del país, con modelos suaves, cómodos y frescos que permiten encajar a la perfección con el espíritu de primaveras y veranos, incluso los citadinos.
Respecto la materialidad, la tecnología ha brindado a los calzados sintéticos, una amalgama extraordinaria de ideas, diseños, materiales y agregados, que conforman los modelos actuales, ofreciendo una amplia gama de estilos y tendencias, tan características de nuestra época. El signo de los tiempos como suele decirse. Es en esta variedad donde presenciamos mucho color, contrastes, texturas, estampados y todas las posibilidades mencionadas anteriormente. Se prestará gran atención al desarrollo de las capelladas y fondos respecto las utilizadas en temporadas pasadas.
Respecto los colores, se espera la adición de paletas cromáticas suaves, calmas y serenas. Así es que veremos tonos pasteles: rosas pálidos, salmón, beiges, celeste bebé, vainilla y lilas suaves. Azules y verdes profundos también pueden ser opciones válidas. Estas tonalidades prevalecerán sobretodo en modelos pensados para damas. De todas formas demás está decir que seguirán vigentes los colores intensos de otros años, fruto de la creciente libertad de prejuicios por parte de los diseñadores y creativos, que cada vez más logran despojarse de lineamientos preestablecidos en los libros de moda.